Internacionalización: ¿tiene mi empresa lo que hay que tener?

 

¿Le gustaría expandir su empresa? ¿Sabe si su negocio tiene posibilidades de internacionalizarse? ¿Sus expectativas son realistas?

La internacionalización empresarial es el proceso mediante el cual una empresa crea las condiciones necesarias para salir al mercado internacional. Hay una cierta disposición a la deslocalización, a enfocar las estrategias hacia el exterior. Esta se ha convertido en la tendencia actual de las empresas, ya que salir a otros mercados no sólo hace más competitivas a las pymes, sino también más sólida la economía de un país.

La globalización ha hecho que todo este proceso sea más sencillo debido al uso de Internet, las nuevas dinámicas de la economía mundial, la apertura de capitales locales. ¡En la actualidad el mercado es el mundo entero!

En este escenario global quizá se pregunte si su empresa tiene posibilidades de expandirse y, en ese caso, el siguiente paso es dilucidar si su negocio tiene lo que hay que tener.  Hay ciertos factores que han de tomarse en cuenta al plantearse la posibilidad de llevar una empresa al mercado internacional. Quizá cuente con alguno de estos factores y no lo sabe.

 

¿Cómo puedo saber si mi empresa está preparada para dar el salto al mercado internacional? 

Una de las decisiones más difíciles para un emprendedor es la de escoger el momento de atravesar las fronteras y comenzar a vender sus productos o servicios fuera del país. Sin embargo, romper con la barrera psicológica que impide a las pequeñas y medianas empresas a lanzarse a un proceso de internacionalización, no sólo reportará grandes beneficios, sino que permitirá diversificar riesgos al operar en distintos mercados.

Cuando en una empresa existe la determinación de abordar nuevos mercados, es imperativo hacer una reflexión interna con el objetivo de analizar de qué manera afectará a la estructura establecida del negocio y su viabilidad. A través de un autodiagnóstico se podrá determinar si el negocio está preparado para salir a otros mercados o no.

En ocasiones es inevitable prestar oídos a las opiniones diversas sobre mercados extranjeros y casos de internacionalización —fallidos o exitosos—, pero esto puede provocar el inicio prematuro, o el aplazamiento innecesario, de todo el proceso. 

Para evitar saltos al vacío o demoras, con sus respectivas consecuencias económicas, lo mejor es plantearse una serie de interrogantes antes de tomar la decisión final y así tomarle el pulso a su meta.

 

 

Síntomas que pueden indicar que su empresa está lista para lanzarse

La solidez de los cimientos.  Si su negocio puede prescindir de la presencia constante del fundador y permitirse aún así funcionar sin problemas de distribución o logística, está preparado para la internacionalización.

El capital humano.  Expandir un negocio implica contar con movilidad y capacidad de recursos humanos suficiente como para abarcar tanto el lugar de origen como el destino extranjero. Si su empresa puede permitirse aumentar su capital humano, está en la dirección correcta.

Adaptabilidad.  Los consumidores esperan que los productos importados se adapten a ellos (y no al revés), de manera que será su empresa la que tenga que adaptar tanto el producto como el packaging. La capacidad de asumirlo es un buen síntoma.

Multiculturalidad.  Las formas, desarrollo y tiempos de acción en cada país son distintos, lo que es correcto en España puede no serlo en China. Si su empresa no está preparada para asumirlo tampoco está lista para la internacionalización.

Conviviendo con el «enemigo».  Cabe la posibilidad de que su producto triunfe en su país, pero no tenga la misma recepción en otro lugar debido a una fuerte competencia. Antes de plantearse la exportación, es indispensable analizar bien a los posibles rivales en el terreno.

Virtualidad o no.  En la actualidad la presencia física no es imprescindible para exportar, de manera que podrá elegir si es más conveniente iniciar la internacionalización de forma virtual o asumir la presencia física, con todos los inconvenientes que puede ocasionar la implantación en el territorio nuevo.

Querer no es poder.  Mejor no perder de vista la burocracia: permisos y normativas pueden implicar un gran obstáculo si no se estudia bien cada caso en particular: no es lo mismo vender café que vender muebles o ropa. Antes de exportar, este aspecto debe ser estudiado a conciencia.

Sociedades.  En algunos países es obligatorio contar con un socio local para poder desarrollar actividades empresariales. Si ya lo tiene… ¡adelante!

Tiempo al tiempo.  Desde el momento en que empieza el negocio en otro país hasta que comience a obtener beneficios del mismo, puede pasar mucho tiempo. ¿Está preparado para asumir el coste que implica?

Hay muchos motivos para decidirse por la internacionalización, pero la principal es que en la actualidad no se trata sólo de una opción, ya que como cualquier empresa puede plantearse de forma realista vender en otros mercados, hoy en día las empresas son tan globales como los competidores y los consumidores.

Si desea analizar su empresa o informarse más sobre el tema, no dude en contactarnos.